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El abatidor en la heladería: el secreto para helados frescos y cremosos durante más tiempo

Cuando se habla de helado artesanal, la frescura y la cremosidad lo son todo. Todo heladero sabe que el éxito de un buen helado depende no solo de la calidad de los ingredientes, sino también de la capacidad de conservar su estructura a lo largo del tiempo. Y aquí entra en juego el abatidor, una herramienta fundamental para obtener helados mejores, con más estructura y fáciles de conservar.





El pasado: cómo se hacía el helado antes de la cámara de enfriamiento rápido


Si miramos al pasado, los heladeros no disponían de la tecnología actual. Las bandejas de helado se guardaban en frigoríficos o cámaras a -20 °C, en entornos donde era difícil controlar la humedad y la condensación. La conservación del helado era más imprecisa y la variedad de sabores limitada. Se preparaban helados que, con el paso de las horas, perdían su frescura y cremosidad.


Hoy en día, con los avances tecnológicos, los heladeros ya no tienen que enfrentarse al reto de cómo conservar el helado sin comprometer su calidad. La respuesta es el abatidor. Este instrumento permite enfriar el helado de forma rápida y eficaz, conservando su estructura y cremosidad durante más tiempo, sin necesidad de utilizar aditivos químicos.


¿Cómo funciona el abatidor en una heladería?


El abatidor es una herramienta fundamental para la heladería, un dispositivo que actúa como un frigorífico de alto rendimiento, capaz de bajar la temperatura del helado de forma rápida y eficiente. Gracias a la potencia de sus ventiladores, el aire frío se distribuye de manera uniforme, evitando la formación de condensación y manteniendo intacta la calidad del producto.


Durante el proceso de enfriamiento rápido positivo, el helado se enfría rápidamente desde temperaturas elevadas (+90 °C) hasta +3 °C en un lapso de tiempo muy breve. Este proceso minimiza el riesgo de alteraciones en la consistencia y el sabor del producto, conservando sus características originales.


En el caso de la congelación rápida negativa, el helado se enfría aún más hasta alcanzar una temperatura de -18 °C en su interior.


La velocidad con la que el abatidor reduce la temperatura impide la cristalización del helado y favorece la formación de microcristales de hielo. Esto garantiza una textura suave, compacta y cremosa, características distintivas de un helado artesanal de alta calidad, que se conserva perfectamente con el paso del tiempo.


¿Por qué es indispensable el abatidor para conseguir un helado perfecto?


La clave para un helado perfecto reside en el equilibrio entre aire, agua y cristales de hielo. Cuando el helado sale de la heladera, no toda el agua contenida en la mezcla está congelada. Una parte permanece líquida y, si no se trata correctamente, esta agua puede cristalizarse en grandes cristales de hielo que, con el tiempo, estropean la estructura del helado, haciéndolo grumoso y privándolo de su cremosidad típica.


Aunque el helado se venda durante el día, se recomienda utilizar el abatidor para un paso rápido inmediatamente después de la batida. En solo 8-10 minutos, el abatidor evitará que la superficie del helado se derrita, creando una barrera superficial y manteniendo la compacidad y la cremosidad incluso en las horas más calurosas. Este rápido tratamiento también ayuda a preservar el aspecto del helado, que permanecerá estable y bien estructurado, sin desmoronarse visiblemente.


¿Para qué sirve el abatidor en una heladería?


Los abatidores son ideales para las heladerías que producen helados en grandes cantidades, pero también para quienes desean ofrecer una calidad constante. El abatidor permite producir pastelería fría, tartas, semifríos, palitos, tarrinas, monoporciones, polos y congelar la fruta de temporada elegida, que se podrá utilizar durante todo el año para preparar helados y sorbetes frescos.


El uso del abatidor es especialmente útil para quienes desean aumentar la variedad de helados que ofrecen, reduciendo el desperdicio y mejorando la conservación. Para los heladeros que desean dar un salto de calidad en su producción, el abatidor es sin duda una inversión que marca la diferencia.


Por qué elegir el abatidor en una heladería


El abatidor en la heladería es una inversión imprescindible para quienes desean ofrecer helados que no solo conquisten el paladar, sino que se mantengan frescos, cremosos y perfectos con el paso del tiempo. Gracias a su capacidad para preservar la estructura y la calidad del helado, evitando un rápido deterioro y la formación de cristales de hielo, se convierte en el aliado insustituible de todo heladero que aspire a la excelencia. En un mercado cada vez más competitivo, donde cada detalle puede marcar la diferencia, el abatidor es la clave para obtener un helado que encanta y deja una impresión indeleble.




 
 
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